El público objetivo es una segmentación de consumidores a los que tu empresa dirigirá sus estrategias de comunicación y marketing. Está formado por una porción bien definida dentro de un amplio universo de personas, utilizando criterios como edad, educación, nivel económico, aficiones, hábitos, intereses, entre otros.
El término público objetivo es uno de los más conocidos por los profesionales que trabajan con la publicidad.
En prácticamente todas las teorías de la comunicación, comenzando con la Teoría hipodérmica de Harold Lasswell, se crea un mensaje para llegar a un receptor, formado por el público objetivo.
Han pasado muchas décadas desde que se realizaron los primeros estudios y experimentos sobre comunicación masiva oa gran escala, y el modelo sigue vigente.
Toda empresa necesita definir un segmento de mercado al que llegar con sus productos y servicios a través de una estrategia asertiva.
Sin embargo, con el paso de los años y de aplicación corporativa, las técnicas de comunicación han apuntado a la segmentación. Las corporaciones comenzaron a desarrollar campañas dirigidas a un nicho específico.
Conocer el público objetivo ha sido fundamental desde que se crearon las primeras campañas de marketing, ya que un mensaje con cualquier objetivo, especialmente de venta, tiene mayor efecto cuando las personas tienen un perfil conductual, psicográfico y demográfico similar.
En el fondo, saber cuáles son las personas adecuadas a las que una empresa debe llegar es fundamental para el éxito, además de evitar pérdidas y gastos invirtiendo en aquellos que no están interesados en tu producto o servicio.
¿Qué es el público objetivo?
Los servicios y productos que brinda una empresa están totalmente conectados con el público objetivo y esto tiene que ser muy claro para la empresa.
Estos consumidores que forman parte de este perfil de cliente forman parte de un grupo común ya que tienen las mismas características. Sin embargo, no basta con reflexionar o tratar de imaginar quién es el público objetivo de la empresa.
El trabajo se realiza con análisis de datos, informes e información veraz y fidedigna para que descubras quiénes son las personas con alto potencial para convertirse en clientes de tu marca.
¿Cómo segmentar el público objetivo?
La segmentación del público objetivo se suele hacer con algunas variables.
Se cruzan algunos indicadores para que el mercado reciba distintos cortes, hasta llegar a los segmentos que más se identifican con tu marca.
Las variables de segmentación del público objetivo más utilizadas por los equipos de marketing de las empresas son las siguientes:
Demográficos: nacionalidad, edad, género, educación, religión, ocupación, nivel socioeconómico, ingresos, generación, entre otros.
Comportamental: motivación, respuesta a promociones de precios, intensidad de uso del producto o servicio, estado del usuario.
Psicográficos: inquietudes, estilo de vida, ideologías, creencias, personalidad y valores.
Geográfica: ciudad, región, zona rural, urbana, comercial o residencial, tamaño de la zona urbana, entre otros detalles.
Nótese que todas estas variables funcionan como verdaderos filtros: a la entrada, el volumen de personas es mucho mayor que a la salida, una vez aplicados los criterios.
Diferencia entre público objetivo y persona
Una de las principales preguntas que surge es la diferencia entre público objetivo y persona.
Bueno, hasta ahora hemos logrado entender qué es un público objetivo y cómo se realiza la segmentación para encontrar clientes potenciales, es decir, la cuota de mercado de la empresa, a la que se dirigirán las acciones de marketing.
Mientras que el público objetivo representa la porción de clientes potenciales dentro del mercado, la persona es el perfil de cliente ideal para una marca.
Por lo tanto, la persona es muy cercana a un cliente real cuando pensamos en sus características. Ver algo:
- Información profesional;
- Participación en redes sociales;
- Intereses y estilo de vida;
- Poder adquisitivo;
- Características personales.
Puede decir que las variables anteriores son parte de algunos filtros utilizados para segmentar la audiencia objetivo, y tiene toda la razón en este razonamiento.
Sin embargo, en el caso de las personas, se trabaja en simular la creación de un perfil de una persona real, un cliente ideal que existe, con el objetivo de encontrar el tono adecuado para que el mensaje sea perfecto.
Vea un ejemplo de una persona : Carlos Eduardo, vive en Madrid en el barrio Salaman, es un empresario en el sector del transporte, le gusta la Fórmula 1 y las carreras de karts. Le apasionan los vehículos potentes y los coches de lujo, sigue los perfiles de Porsche, BMW y Audi, juega al tenis y asiste al Club de Real Madrid
Es fácil notar que la estructura de la persona es mucho más refinada, precisamente para que el equipo de Marketing pueda crear una comunicación muy eficiente.
En definitiva, la persona está dentro del público objetivo y es la personificación de la cuota de mercado hacia la que una empresa está dirigiendo sus estrategias de comunicación.
¿Por qué es importante conocer el público objetivo de la empresa?
Conocer el público objetivo de la empresa es fundamental para evitar el marketing masivo, el despilfarro de recursos y aprovechar mejor las campañas de forma bien dirigida.
Las campañas dirigidas son más eficientes
Sin saber quién es el público objetivo de la empresa, existe la posibilidad de perder tiempo y recursos de marketing en personas que nunca comprarán el producto o servicio.
Además, las marcas pueden comprender mejor cómo hacer que el mensaje llegue al público de manera más eficiente. En la práctica, es más fácil saber si vale la pena invertir en una estrategia en redes sociales o en publicidad por radio u otro vehículo tradicional.
Definir la mejor forma de comunicación.
Entender más sobre el público objetivo permite crear acciones más conectadas con las características de los consumidores, dejando la marca mucho más cerca del segmento al que la empresa pretende llegar.
También facilita definir el tono del mensaje y el lenguaje capaz de llegar al mayor número de personas que se encuentran en la cuota de consumo potencial. En el mismo sentido, al conocer mejor al público objetivo, el equipo de Marketing Digital puede descubrir los puntos débiles, las necesidades y las expectativas del cliente.
Reputación y conversión
Cuanto más conoce una marca a su audiencia y se acerca a ella, mejor es su reputación en un nicho de mercado, crece el compromiso del cliente (especialmente en los canales digitales) y aumentan las conversiones.
¡Comprenda «conversiones» como me gusta, comentarios, enlaces, acciones, menciones, indicaciones y, por supuesto, ventas!
Aparecen más oportunidades para la empresa
El trabajo de identificación del público objetivo hace que las empresas se dediquen a conocer en profundidad a sus consumidores.
De tanto estudiar el mercado y sus características, los equipos más preparados pueden encontrar algunos vacíos y patrones que muestran segmentos mal atendidos, formados por clientes insatisfechos con productos o servicios de la competencia.
Este trabajo crea una oportunidad real para generar más negocios y atraer nuevos clientes.
Condición financiera de su público objetivo
A muchas empresas todavía les resulta difícil poner precio a sus productos y servicios, pero la buena noticia es que, al identificar el público objetivo, se vuelve más fácil saber el precio que las personas o empresas pueden pagar por la solución que estás ofreciendo.
Para poder fijar el precio ideal de acuerdo al perfil del público, su empresa puede lograr este resultado de más de una forma:
- Confiar en investigaciones específicas;
- Estar basado en el precio de los competidores;
- Basado en su propio costo + margen de beneficio deseado;
- Cobrar por el valor que el producto aporta al cliente (hablaremos de esto más adelante)
Esta última forma es, por supuesto, la más deseable. ¿Imaginas poder cobrar tanto como quieras por tu producto o servicio y que la gente te pague por ello?
Calidad del producto o servicio
En encuestas al público objetivo, el mercado puede entregar información muy valiosa para las empresas. Con preguntas dirigidas, es posible saber si es hora de presentar alguna innovación en un producto existente o incluso lanzar una nueva línea.
La retroalimentación también es esencial para comprender si el público considera que el precio es justo o está por encima del promedio, si ofrece una buena relación calidad-precio y el nivel de satisfacción del cliente. Para ello, un servicio de atención al cliente moderno es muy importante.